La mujer expandida
se hace de miel
cuando camina hacia el mar.
Viste una hermosa túnica
bordada con el latido de la naturaleza.
En ella, lo antiguo se hace nuevo.
Ha roto los muros que separan los tiempos
y ha tejado su casa de sueños que ya son.
Los pasos de la rosa
se abren camino del mar.
Ha podado sus apegos
y ha quemado las ramas secas
de los roles que tuvo que representar.
La brisa que roza su pelo
sólo le habla de libertad.
Su mirada se alza como una gaviota.
Se hace universal.